Qué es la Espiritualidad ?
Cómo la vivimos, la aprehendimos ?
Parte 2
Una persona espiritual vive cotidianamente en estado de divinidad , compartiendo con los otros su riqueza interior. La diaria espiritualidad es la manifestación de la vida divina que hay en nuestro núcleo interior.
Soy un Ser espiritual cuando pienso, digo y actúo en consecuencia con lo que practico, como resultado de un minucioso estudio de mí mismo, donde no sólo leo libros sobre espiritualidad, sino que ¨vivo espiritualmente¨.
Me alimento adecuada y sanamente; tengo relaciones sanas, íntegras; no juzgo, no critico, escucho, medito, hablo en voz baja atenta a mi interior y aportando sosiego al entorno, no discuto ni confronto, me mantengo en paz más allá lo que suceda en cualquier ocasión, y sin desgastar mi valiosa energía indiscriminadamente; consumo sólo lo necesario, cuido el medio ambiente, respeto a la Madre Naturaleza; realizo y colaboro en acciones solidarias.
Crecimos y vivimos con la idea de tener, comprar, almacenar todo lo máximo posible; con la alta posibilidad de que cuanto más se posee más se ansía y el círculo vicioso no cesa. La idea de felicidad parece cada vez más lejana para nosotros.
Aprendemos y aprehendemos conocimientos técnicos sin desarrollar todo aquello que no esté aprobado por la ciencia, incluso se desprecia todo lo que no se ajusta al “aquí y ahora”, como sería el plantearse el sentido de la vida y otras preguntas subterráneas que nos inspiran compromiso y por encima de todo un gran miedo.
¿Qué nos pasa?
¿Qué pasa con los seres humanos que siguen abasteciéndose hasta el hartazgo, y que viven una vida pobre en los temas trascendentales?

Tanta materialidad, tanto querer tener, ser y parecer, ¨ donde creemos estar seguros ¨, nos ha hecho olvidar lo importante, nuestra parte más honda, nuestra conexión espiritual.
Nos hemos alejado de la espiritualidad, intentándola substituir por la tecnología, por el dinero, por el conocimiento científico desviándonos del camino y del logro de la felicidad.
La felicidad es un estado interno de plenitud que la ciencia, que ni el dinero y la fama son incapaces de proporcionar.
Cuando se nos cae algún objeto en un lugar oscuro, lo importante está en dar luz a ese espacio. Nuestra tarea es iluminar nuestra espiritualidad, donde está lo que buscamos, y en alerta sereno en estado de consciencia, prestarle atención, focalizar aquello que tenemos olvidado.
La espiritualidad es lo que contribuye a que nuestra existencia “aquí y ahora” sea mejor, más fácil y más feliz. No es un hecho aparte, aislado y separado de nuestro mundo terrenal.
La espiritualidad es una práctica con uno mismo, con el otro y con la Pachamama, la Madre Tierra.
Lo auténtico es la esencia.
La vida es un fenómeno complejo que requiere respuestas de la misma magnitud.
No podemos ser espirituales si miramos siempre para otro lado.
Sincronizar el pensar con el sentir. Vía racional podemos acceder a niveles espirituales más hondos.
Se requiere más y más profundización, a través de indagar, ahondar, analizar, investigar, meditar, reflexionar.
La vida se construye.
En el chamanismo se trabajan las pruebas como autoconocimiento, para ampliar límites, no para experimentar el sufrimiento.

Un aprendiz necesita pruebas.
Y descarta el sufrimiento como camino de elevación.
¿ De qué hablamos cuando decimos qué es la vida ?
¿ De qué nivel de vida estamos hablando ?
Desaprender, transformarse, purificarse ..
La vida no es más que lo que uno quiere hacer de ella ..

Cuando ingresamos en el camino espiritual tenemos que ser muy críticos.
La espiritualidad es una forma de vivir. Es festiva.

La alegría es una forma de estar bien, es la expresión más clara del anhelo del alma que se expresa en el quehacer diario, está presente en cada acción.

Felicidad y armonía es lo mismo.
Vivir como un arte.
La felicidad no necesita de padrinazgos, es una elección……..
Lo espiritual es un camino de felicidad.
Cómo la vivimos, la aprehendimos ?
Parte 2
Una persona espiritual vive cotidianamente en estado de divinidad , compartiendo con los otros su riqueza interior. La diaria espiritualidad es la manifestación de la vida divina que hay en nuestro núcleo interior.
Soy un Ser espiritual cuando pienso, digo y actúo en consecuencia con lo que practico, como resultado de un minucioso estudio de mí mismo, donde no sólo leo libros sobre espiritualidad, sino que ¨vivo espiritualmente¨.
Me alimento adecuada y sanamente; tengo relaciones sanas, íntegras; no juzgo, no critico, escucho, medito, hablo en voz baja atenta a mi interior y aportando sosiego al entorno, no discuto ni confronto, me mantengo en paz más allá lo que suceda en cualquier ocasión, y sin desgastar mi valiosa energía indiscriminadamente; consumo sólo lo necesario, cuido el medio ambiente, respeto a la Madre Naturaleza; realizo y colaboro en acciones solidarias.
Crecimos y vivimos con la idea de tener, comprar, almacenar todo lo máximo posible; con la alta posibilidad de que cuanto más se posee más se ansía y el círculo vicioso no cesa. La idea de felicidad parece cada vez más lejana para nosotros.
Aprendemos y aprehendemos conocimientos técnicos sin desarrollar todo aquello que no esté aprobado por la ciencia, incluso se desprecia todo lo que no se ajusta al “aquí y ahora”, como sería el plantearse el sentido de la vida y otras preguntas subterráneas que nos inspiran compromiso y por encima de todo un gran miedo.
¿Qué nos pasa?
¿Qué pasa con los seres humanos que siguen abasteciéndose hasta el hartazgo, y que viven una vida pobre en los temas trascendentales?
Tanta materialidad, tanto querer tener, ser y parecer, ¨ donde creemos estar seguros ¨, nos ha hecho olvidar lo importante, nuestra parte más honda, nuestra conexión espiritual.
Nos hemos alejado de la espiritualidad, intentándola substituir por la tecnología, por el dinero, por el conocimiento científico desviándonos del camino y del logro de la felicidad.
La felicidad es un estado interno de plenitud que la ciencia, que ni el dinero y la fama son incapaces de proporcionar.
Cuando se nos cae algún objeto en un lugar oscuro, lo importante está en dar luz a ese espacio. Nuestra tarea es iluminar nuestra espiritualidad, donde está lo que buscamos, y en alerta sereno en estado de consciencia, prestarle atención, focalizar aquello que tenemos olvidado.
La espiritualidad es lo que contribuye a que nuestra existencia “aquí y ahora” sea mejor, más fácil y más feliz. No es un hecho aparte, aislado y separado de nuestro mundo terrenal.
La espiritualidad es una práctica con uno mismo, con el otro y con la Pachamama, la Madre Tierra.
Lo auténtico es la esencia.
La vida es un fenómeno complejo que requiere respuestas de la misma magnitud.
No podemos ser espirituales si miramos siempre para otro lado.
Sincronizar el pensar con el sentir. Vía racional podemos acceder a niveles espirituales más hondos.
Se requiere más y más profundización, a través de indagar, ahondar, analizar, investigar, meditar, reflexionar.
La vida se construye.
En el chamanismo se trabajan las pruebas como autoconocimiento, para ampliar límites, no para experimentar el sufrimiento.

Un aprendiz necesita pruebas.
Y descarta el sufrimiento como camino de elevación.
¿ De qué hablamos cuando decimos qué es la vida ?
¿ De qué nivel de vida estamos hablando ?
Desaprender, transformarse, purificarse ..
La vida no es más que lo que uno quiere hacer de ella ..
Cuando ingresamos en el camino espiritual tenemos que ser muy críticos.
La espiritualidad es una forma de vivir. Es festiva.
La alegría es una forma de estar bien, es la expresión más clara del anhelo del alma que se expresa en el quehacer diario, está presente en cada acción.
Felicidad y armonía es lo mismo.
Vivir como un arte.
La felicidad no necesita de padrinazgos, es una elección……..
Lo espiritual es un camino de felicidad.
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